Seguimos jugando con las ciencias. Hoy, a través de una actividad muy simple y súper atractiva, aprendemos sobre la energía de las radiaciones electromagnéticas. ¡A trabajar!

Qué necesitás 

-Frascos de vidrio

-Pintura fluorescente

-Pincel

-Agua

¡Manos a la obra!
 

Lavá bien los frascos dejá que se sequen completamente. Después, con la pintura fluorescente y un pincel bien finito dibujá pequeños puntos abarcando toda la superficie interior de los frascos.

Esperá que se sequen y después exponelos a la luz del sol o a la lamparita de luz de un velador. 

Luego, al ponerlos en la oscuridad, vas a ver que los recipientes de vidrio se convirtieron en verdaderos frascos luminosos.

Explicación:

Los colores fluorescentes tienen la capacidad de absorber energía en forma de radiaciones electromagnéticas de onda corta no visible, para luego emitir parte de esa energía con longitudes de onda visible. 

Este fenómeno es el mismo que ocurre con las estrellitas y planetas flúo que se pegan en los cielorrasos, cuando de pronto se apaga la luz. 

La energía absorbida se libera lenta y continuamente, lo que hace posible el fenómeno de que los frascos puedan seguir emitiendo luz en la oscuridad.